Una Sala de Lectura es un espacio para compartir libros y lecturas con amigos, vecinos, compañeros de trabajo, alumnos o cualquier miembro de la comunidad sin importar grado escolar, profesión y oficio. Se abre por iniciativa de un mediador de lectura —maestros, amas de casa, bibliotecarios, estudiantes de literatura...— que de manera voluntaria dedica algunas horas semanales para leer con niños o jóvenes, madres de familia o personas de la tercera edad. Éstas son algunas historias de quienes participan en el Programa Nacional Salas de Lectura (pnsl) de la Dirección General de Publicaciones del Conaculta.
Ella es un ejemplo de la característica que desde hace quince años distingue al Programa Nacional Salas de Lectura de la Dirección General de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes: la generosa participación de la sociedad civil como elemento indispensable del firme propósito de fundar, fortalecer y desarrollar espacios de lectura que propicien la difusión de la lectura y la cultura escrita en las comunidades del país. El pnsl es una suma de esfuerzos dedicados a la formación de comunidades lectoras a través de la participación voluntaria de mediadores.
Magda cuenta que desde que sacó su bolsa con libros en la Dirección General de Desarrollo Social, sus compañeros de trabajo la rodearon como niños traviesos: "¡Uy, yo necesito más de una semana para leer éste (Cien años de soledad)". "Apártame ése (Cómo hablarle a los niños de sexo)". "¡Ah!, yo tengo mis libros, pero cómo envidio los tuyos". "¡Éste se los recomiendo: como perras bravas, esa frase me encanta!" (en referencia a Las Soldaderas, de Elena Poniatowska)". "¿No has leído el libro de Nicholas Sparks?, tiene película".
Tomado de www.ldelectura.com
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